Hay muchos productos de cuidado personal disponibles en el mercado, algunos de los más comunes incluyen:
1) Jabón líquido o en pastilla: se utiliza para limpiar la piel del cuerpo y la cara.
2) Champú y acondicionador: utilizados para limpiar y acondicionar el cabello.
3) Crema hidratante: se utiliza para mantener la piel hidratada y suave.
4) Protector solar: se utiliza para proteger la piel de los dañinos rayos UV del sol.
5) Loción para después del afeitado: utilizada por los hombres para calmar e hidratar la piel después del afeitado.
6) Desodorante: sirve para controlar el olor corporal y reducir la transpiración.
7) Pasta dentífrica: para limpiar los dientes y prevenir la caries.
8) Enjuague bucal: sirve para refrescar el aliento y eliminar las bacterias que causan el mal aliento.
9) Hilo dental: sirve para eliminar la placa entre los dientes y prevenir la caries.
10) Perfume o colonia: se utiliza para añadir fragancia al cuerpo.
Los productos de higiene personal están destinados a mantener la higiene corporal e incluyen productos como jabón, champú, acondicionador, pasta de dientes, hilo dental y enjuague bucal. Ayudan a limpiar el cuerpo y evitan la acumulación de suciedad, bacterias y malos olores.
Los productos de cuidado personal, por su parte, están destinados a mantener el cuerpo sano e hidratado, prevenir problemas de la piel y el cabello, y pueden incluir productos como cremas hidratantes, protectores solares, lociones para después del afeitado y desodorantes.
Aunque algunos productos pueden tener funciones superpuestas, la principal diferencia es que los productos de higiene se utilizan para la limpieza y la prevención de olores, mientras que los productos de cuidado personal se utilizan para mantener la salud y el aspecto saludable de la piel y el cabello.
En Brasil, las fábricas de productos de higiene personal, cosméticos y perfumes son inspeccionadas por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), que es un organismo regulador vinculado al Ministerio de Sanidad.
La ANVISA se encarga de regular y controlar la producción, distribución y comercialización de estos productos para garantizar que cumplen los requisitos de seguridad, calidad y eficacia. Esto incluye la evaluación de ingredientes, etiquetas, envases y procesos de fabricación.
La agencia también realiza inspecciones periódicas de las fábricas y establecimientos que comercializan estos productos para asegurarse de que cumplen las normas y reglamentos establecidos. En caso de irregularidades, ANVISA puede aplicar sanciones e incluso prohibir la fabricación y venta de estos productos.