El procesado mínimo de verduras (PMV) es una técnica de procesado de alimentos que consiste en eliminar las partes no deseadas de frutas y verduras, como cáscaras, semillas, tallos y hojas, sin comprometer su calidad nutricional y sensorial. El principal objetivo de la VPM es prolongar la vida útil de los alimentos frescos manteniendo su aspecto, sabor y valor nutritivo.
La PMV se realiza mediante técnicas como el lavado, pelado, corte, rebanado, rallado, entre otras. Estas técnicas deben realizarse con cuidado para minimizar la pérdida de nutrientes y reducir al mínimo el riesgo de contaminación.
Los alimentos mínimamente procesados son una opción cómoda y saludable para las personas que desean consumir alimentos frescos pero disponen de poco tiempo para prepararlos. Algunos ejemplos de alimentos que pueden procesarse mínimamente son las zanahorias, las remolachas, la calabaza, los pepinos y las patatas, entre otros.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la VPM no es adecuada para todo tipo de alimentos. Algunos alimentos, como las frutas y verduras delicadas, pueden resultar dañados por el procesado mínimo y pueden requerir técnicas de procesado más avanzadas para prolongar su vida útil.